Aunque las chimeneas eléctricas están diseñadas para imitar el aspecto de una chimenea de leña tradicional, el funcionamiento real es muy, muy diferente. En lugar de depender de la combustión como una chimenea de gas o madera, las chimeneas eléctricas son fundamentalmente atractivos calentadores de espacio.
Las hay de todas y cada una de las formas y tamaños -desde los insertos de leños hasta las unidades independientes-, pero en su mayor parte todas y cada una ellas ofrecen una alternativa más segura y económica que una chimenea tradicional. Como no hay nada ardiendo en el interior de una chimenea electrica fina, son mucho más seguras en términos de peligro de incendio. Asimismo suprimen el desorden causado por las cenizas, el hollín y las brasas.
El funcionamiento de una chimenea eléctrica cuesta de media entre 7 y trece céntimos por hora, en frente de los veinte céntimos de una chimenea de gas. Además, no debe preocuparse por una costosa instalación: las chimeneas eléctricas no precisan un conducto de ventilación ni una chimenea, y la mayoría solo tienen que enchufarse para funcionar.
Aunque la funcionalidad es de máxima importancia, debe cerciorarse de que su chimenea electrica fina se adapte a la estética de la decoración de su casa. En el caso de las casas más viejas, no intente integrar un diseño actual en un ambiente nostálgico. En su lugar, quédese con lo que tiene para que su chimenea complemente la decoración de su casa en lugar de sobresalir como un pulgar dolorido.